Creo que nunca ha habido tanta variedad de materiales en colchonería como hoy en día. Es tal la cantidad de nombres diferentes que resulta difícil no liarse incluso para quienes los vendemos. Básicamente, la diferencia entre unos y otros esta en función de cual sea el soporte del colchón y los mas importantes y representativos son dos: Colchones con carcasa de muelles y colchones de espuma (aquí se incluye el látex, viscoelástica, goma espuma, espumas HR…).
Por lo cual serán estos los que tratemos a fondo en este apartado.
1- Colchones viscoelástico.
El uso del viscoelástico en el sector del descanso está cada vez más en auge debido a que sus prestaciones son actualmente las más recomendadas para un descanso saludable: firmeza media combinada con adaptabilidad.
Sin embargo, hay que saber diferenciar entre los distintos tipos de viscoelástico y conocer las características y densidades que ofrece cada uno de ellos para poder valorar un equipo de descanso.
Un aspecto a tener en cuenta es la calidad de las espumas que se usan. No es lo mismo una espuma denominada sólo como viscoelástica que una que garantiza ser HR o High resilience ( alta capacidad de recuperación ). Esto significa que la espuma ha sido sometida a una prueba de fatiga para garantizar su resistencia.
La densidad del material viscoelástico se traduce en la cantidad de material que contiene por cada metro cúbico (Kg/m3). Dependiendo de la densidad del viscoelástico utilizado para la fabricación de colchones, éstos ofrecerán unas prestaciones u otras. Podría decirse que a mayor densidad, mayor sensación viscoelástica y mayor grado de adaptabilidad, por lo tanto, mejores resultados.
Sus principales ventajas son la alta adaptabilidad al cuerpo de una forma gradual y un tacto muy suave y acogedor. No necesita una transpiración especial como la que precisan otros tipos de colchones (como los de látex natural), el viscoelástico, al ser un material sintético y poroso, transpira por sí mismo.
2- Colchones de látex.
El látex tiene una gran resistencia al hundimiento y generalmente son aconsejables para quien no soporte colchones duros y le guste una acogida suave que elimine al dormir la presión sobre los músculos.
El bloque, generalmente, dispone de orificios que permiten la circulación del aire y que se distribuyen de manera desigual sobre la superficie para crear diferentes zonas de confort. El látex se adapta al cuerpo de manera más uniforme que los muelles por lo que se considera una evolución de este tipo de colchón. Otro uso del látex se da como sustitución de las planchas de poliuretano de los colchones tradicionales proporcionando así una fórmula mixta de descanso. La adaptabilidad del látex hace a los colchones idóneos para combinarlos con somieres abatibles o camas eléctricas.
Existen varios tipos de látex de lo que depende la calidad del colchón:
- Natural: se considera natural cuando en un 85% es látex y el resto espumas u otros tipos de materiales.
- Mezcla: va desde el 20% de látex, a n 50% del mismo, combinado con espumas. Son menos propensos a desarrollar humedad y son menos pesados que los de látex natural.
- Sintético: se obtiene a partir de una formulación sintética del látex.
Las principales pegas es que el látex es el aireado al menos dos veces en semana y si el porcentaje de látex natural es muy alto, el colchón resulta muy pesado para moverlo, se degrada antes que el sintético y es más dado a desarrollar moho.
3- Colchones de muelles.
El soporte del colchón y la parte mas importante de el (y generalmente la que hace que suba o baje de precio) es la carcasa de muelles. Es el corazón del colchón y la que garantizara un buen apoyo y durabilidad. En los buenos colchones van reforzados y tratados térmicamente para que aguanten mas y mejor. También es importante la cantidad de ellos, pues a mas muelles por metro cuadrado mejor apoyo para el cuerpo.
Por ambos lados de la carcasa se extienden varias capas de acolchados y mantas para que no se noten los muelles y disfrutemos de un tacto mullido y confortable. De relleno se usan todo tipo de materiales destacando la espuma de poliuretano, latex, viscoelastica o rellenos naturales como lana y algodón.
Sus ventajas son claras: buen apoyo para la espalda, excelente aireación (ya que la carcasa de muelles es como un balón de aire interior que mantiene aireado todo el colchón) y firmeza alta. En contra hay gente que se queja de su excesiva dureza, aunque como comentaba antes, los hay de diferentes firmezas.
También hay que tener en cuenta que los muelles van perdiendo dureza a lo largo de los años y que un colchón de muelles de 5 o 6 años perderá la excesiva dureza del principio.
4- Colchones de espuma.
Entre los beneficios de los colchones de espuma encontramos:
Brindan movimiento independiente, por eso son ideales para quienes comparten la cama.
No hacen ruido al moverte.
Se pueden guardar enrollados y su forma no cambia.
Son estables y rígidos, especialmente los de alta densidad.
Los de espuma más densa tienen mayor vida útil. Se pueden fabricar medidas especiales con mejor calidad.
Pueden combinar diferentes capas de espuma para obtener un mejor soporte y confort.
Proporcionan un gran sistema de apoyo por eso son perfectos para distribuir el peso correctamente y evitar los puntos de presión en alguna zona del cuerpo.
Ofrecen confort progresivo, es decir, que se van adaptando de diferente forma desde el momento en el que nos acostamos.